El trastorno de ansiedad por enfermedad o hipocondría produce un serio sufrimiento en las personas que lo padecen. En consulta de psicología vemos como personas con hipocondría, que es como se conoce popularmente al trastorno en cuestión, nos trasladan una gran preocupación, miedo y, en diversos momentos, la certeza de padecer, en ese momento, una enfermedad grave. las personas que padecen trastorno de ansiedad por la enfermedad, tienen en su día a día un estado de alarma constante, e interpretan de forma errónea todo tipo de sensaciones o señales físicas en su cuerpo. Marcas o heridas que no entienden de donde salió, nuevos lunares, el corazón a un ritmo diferente, los espasmos musculares ocasionales, cefalea, tos, dolores musculares…. o cualquier sensación física, por leve o inofensiva que esta sea realmente, lo traducen en una posible enfermedad terrible.
Si crees que podrías estar padeciendo este trastorno o problema, lee este artículo creado por un psicólogo de Chiclana y descubrirás 9 claves que te ayudarán a manejar los síntomas de la hipocondría.
Las personas con Hipocondría hacen regularmente visitas al médico por muchos motivos diferentes, y cuando este les asegura que no hay nada de que preocuparse, el hipocondríaco se tranquiliza momentáneamente, pero la preocupación regresa al poco tiempo en forma de pensamientos rumiativos: «Y si se ha equivocado el médico», «y si no han visto en las pruebas que lo que tengo es realmente grave» , «y si pido otra opinión, ese médico realmente no es especialista en este tema»….
Es frecuente, que este tipo de pacientes, pasen horas buscando síntomas en internet de sus posibles dolencias, y que hablen frecuentemente con familiares y amigos de lo que les ocurre. Estos comportamientos hacen que la persona afectada se relaje momentáneamente, pero realmente, lo que consiguen es cronificar su problema, ya que cada vez que hablan de su posible enfermedad, cada vez que acuden a un especialista nuevo, cada vez que buscan síntomas en internet, están alimentando su trastorno.
Es importantísimo cuidarnos y llevar un tipo de vida saludable, hacernos revisiones y acudir al médico si tenemos algún problema, pero cuando esto se lleva al extremo, podríamos estar desarrollando un trastorno de ansiedad por la enfermedad. Como siempre decimos los psicólogos, para diagnosticar y evaluar cualquier tipo de problema psicológico, es necesario que vayas a un profesional de la salud mental. Recuerda que mirar vídeos o leer artículos en internet jamás sustituirá le atención psicológica profesional.
Vamos a ver ahora algunas claves que pueden ayudarnos a manejar este problema:
1. La primera clave es consultar el criterio de un experto.
Hoy en día, cualquier persona, puede encontrar mucha información sobre temas de salud en Internet. Y este tipo de documentación es muy útil cuando el lector que lo encuentra es crítico con la información y hace un uso positivo de ella… pero, como ya hemos comentado anteriormente, existe el riesgo de caer en el autodiagnóstico. De hecho, algunas investigaciones recientes aseguran que cuando buscamos en internet algún tipo de síntoma en concreto, lo más frecuente es que los primeros resultados que aparecen sean sobre enfermedades graves y poco habituales. Imagina a alguien que siente una dolencia concreta y busca información sobre ella. Probablemente, como consecuencia de esta fuerte preocupación, se identifique con los síntomas, riesgos y efectos más adversos que descubra y que el sienta. Lo primero que tenemos que hacer es ir al médico cuando tenemos síntoma o sensaciones que nos preocupa, aceptar este diagnóstico y ceñirnos al tratamiento que nos proponga.
2. No identificarse con pensamientos negativos.
Hay algunas características que identifican este tipo de pensamientos. Aparecen las ideas recurrentes, que se repiten constantemente y de una forma automática en diferentes contextos y situaciones; estas, anticipan situaciones de futuro con un tono dramático y catastrófico. Reconocerlas es fundamental para generar nuevas alternativas. Por ejemplo, Ante una situación que cree temor, y como consecuencia de esta respuesta, el miedo que se siente se acrecentará más. Hay que identificar estos pensamientos negativos y entenderlos, y así, te dará una nueva perspectiva de la situación que vives. Es importante saber que este tipo de pensamientos no describen la realidad tal y como es.
3. Entiende tus emociones, no las intentes controlar.
Es importante aceptar las emociones que vives y validar los sentimientos. Interpretarlas desde un filtro de un juicio negativo es un error, ya que en ese caso concreto, a este temor, se le sumará el peso de la culpa. Cuando no te identificas con un pensamiento, y cuando no lo juzgas de forma negativa, su nivel de intensidad baja, entonces las emociones fluyen de manera natural y no nos vemos atrapados en un bucle de angustia sin fin.
4. Centra tu atención en aspectos que dependen de ti.
El problema se acrecienta cuando pones el foco en aquello que no depende de uno mismo y, por tanto, de lo que no controlas. Sin embargo, puedes centrarte en todo aquello que puedes hacer. Céntrate en objetivos concretos. Por ejemplo, la escritura terapéutica, como vía de autoconocimiento, es una pauta psicológica que puede ayudarte a impulsar cambios significativos en tu estado emocional.
5. Puede ser un hecho posible, pero no por ello, un hecho probable.
Pueden ocurrir muchas situaciones repentinas en el día adía, lo que incluye el ámbito de la salud personal. El campo de lo posible es extenso, porque el futuro tiene un guion abierto… Pero que un hecho sea posible no significa que sea probable. Cuando sufras el efecto de algunos pensamientos catastróficos recuerda que, estadísticamente, hay una probabilidad muy baja de que aquello que te inquieta ocurra en la forma en la que lo has imaginado. De la misma manera, es importante puntualizar que aunque una emoción resulte desagradable no tiene porque ser negativa. Estas reflexiones ayudan a relativizar los temores. Sólo interpreta la realidad desde otras perspectivas.
6. Busca otros temas de conversación.
Todo hipocondríaco puede verse afectado por su problema desde distintas perspectivas. Los temas de conversación que la persona tiene con sus amigos y familiares suelen girar siempre en torno a un posible malestar, síntomas físicos o quejas. Es importante expresar todo lo que inquiete, pero también hablar de otras cosas. Así centrarás tu atención en un aspecto distinto.
7. Realiza actividades de ocio gratificantes.
Mejor que anticipar el futuro, es esencial vivir el presente. Y para poner en marcha este aprendizaje, puedes implementar distintas pautas. Dedica más tiempo a planes y actividades que te ilusionen ;No pospongas los planes de disfrute. Por otra parte, también es importante que incluyas momentos de calma en tu día a día para que el estrés se reduzca. por ejemplo: Practicar deportes relajantes, yoga o pilates, practicar respiración diafragmática, relajación muscular o meditar, esto, nos ayudará a vivir el presente y salir del bucle de la ansiedad por la enfermedad.
8. Aprende a tolerar el malestar.
Es importante que aceptemos la realidad, aunque sea incómoda, ya que podemos experimentar ese sufrimiento en la vida. la superación del problema parte de la aceptación. Por otro lado, también es importante que generes un compromiso personal con objetivos significativos, que sean realistas y valiosos para la recuperación. Un camino hacia nuestro autoconocimiento nos facilitará esta labor, Identificar las cosas importantes para nosotros, como nuestros valores y principios, nos facilitará el proceso de relativizar el malestar..
9. Busca ayuda psicológica profesional.
En algunas ocasiones podremos llegar a manejar los síntomas de la hipocondría por nuestros propios medios, o con la ayuda de estos consejos. Pero cuando el malestar se apodera de nosotros, lo más importante que podemos hacer es buscar la ayuda de un profesional de la salud mental. La terapia cognitivo conductual que te puede ofrecer un psicólogo, ha demostrado su eficacia en el tratamiento de la hipocondría, ya que nos ayuda a entender y manejar nuestros pensamientos y emociones. Debes entender la influencia directa entre el pensamiento, la emoción y la forma en la que actúas. Con eso quiero decir, que por los pensamiento negativos, te pueden causar emociones desagradables, lo que influirá en el comportamiento. Durante las sesiones de terapia con un psicólogo, no solo te conocerás mejor y conocerás aquello que te ocurre, sino que también tendrás a mano nuevas herramientas para afrontarlo.
¿Necesitas una cita con un especialista en hipocondría?
Te pondremos en contacto con un Psicólogo especialista en hipocondría. Si no hubiera en tu ciudad, en la más cercana.